
Antes y después…
Este salón tenía la base perfecta, pero los muebles se comían la luz y el espacio. Gracias al trabajo de las interiorizaras Esther Mercé y Mar Ferreres con el estilismo de Olga Gil-Vernet se ha convertido en un salón lleno de luz y vida donde se aprovecha bien el espacio. ¿Quieres ver la reforma?
Antes: un salón oscuro que no aprovecha bien el espacio
Este salón, aunque disponía de una buena base, tenía 5 problemáticas. En primer lugar, la planta del salón es irregular y los muebles que tenía no le sacaban el partido suficiente. Los dos sofás colocados en L limitaban el paso al lado de la biblioteca y su forma recta y rotunda daba mucho peso visual a la estancia, en comparación con la mesa de centro y la alfombra que eran pequeñas.
Otra problemática tenía que ver con el color sombrío de los sofás que solo hacían que empequeñecer el espacio. Además, las cortinas frenaban el paso de la luz natural, lo que hacía que el salón se viera oscuro y sombrío. También le faltaban elementos decorativos para acabar de vestir el espacio. ¿Cuáles fueron las claves del cambio?
Después: una zona de estar llena de luz
Ahora es una zona de estar llena de luz y vida donde el sofá blanco es la clave. Lo primero que hicieron las interioristas Esther Mercé y Mar Ferreres a la hora de decorar el salón fue substituir los sofás por un solo modelo hecho a medida con chaise longue. De esta forma, disimularon la esquina del salón que no dibuja un ángulo recto.
También ganaron más espacio entre el sofá y la librería. Ahora el sofá tapizado en lino blanco y con un diseño mullido tiene menos peso a la vista.
Las cortinas dejan pasar la luz
Otro cambio muy importante fueron las cortinas. Con la misma intención, nuestra estilista Olga Gil-Vernet cambió las cortinas por otras más claritas, tipo visillo, que permiten la entrada de luz natural.
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